Los edificios anti smog: construcciones del siglo XXI

Si no puedes con el enemigo, únete a él… y si no puedes con el smog, cómetelo. Esta es la premisa básica de algunas mentes brillantes que han aplicado toda su inventiva para combatir de manera eficiente este terrible problema que aqueja a muchas ciudades en el mundo. Y lo han hecho con tecnología y creatividad.

Las ventajas de los edificios antismog

Las contribuciones

En la fachada de la Torre de Especialidades del Hospital Manuel Gea González, en Ciudad de México (una de las más contaminadas de América Latina) se instaló un panel que tiene como materia prima la tecnología prosolve370e, de origen alemán. La composición física de los módulos que forman el panel tiene la capacidad de neutralizar las sustancias químicas del aire, lo que genera un efecto descontaminante. Dicho de manera simple, la fachada de este edificio absorbe el smog equivalente al generado por 8750 vehículos al día. ¡Notable idea anti smog! El belga Vincent Callebaut, un visionario y pionero de la arquitectura ecológica, diseña proyectos arquitectónicos como ecosistemas urbanos en donde la idea central es convertir las construcciones en edificios contra humo, como si fueran pulmones verdes verticales. La idea es que las plantas que adornan los balcones de los edificios puedan absorber las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Gracias a los esfuerzos anteriores, solo resta que los ciudadanos contribuyamos con nuestras acciones, las cuales deben estar orientadas hacia un bien colectivo modificando tanto la parte física de la ciudad como nuestro chip mental.

A continuación, nombraremos algunas ventajas de los edificios contra el humo

1. Cuestan lo mismo que el resto

Los edificios ecológicos cuestan casi lo mismo que uno tradicional. La clave está en aplicar las estrategias verdes desde los primeros pasos del proyecto.

2. Ahorra de energía

Ahorro en el consumo de energía: un edificio verde consume un 30 % menos de energía que uno convencional. Esto redunda en una menor generación de CO2, lo que evita la producción de gases de efecto invernadero. El aprovechamiento de la luz diurna es la clave.

3. Función de reciclaje

Estos edificios anti smog pueden almacenar agua de lluvia para reciclar aguas grises y reutilizarlas en el riego de jardines y sistemas sanitarios.

4. Disminución de contaminantes

Menor producción de aguas residuales.

5. Protección de espacios abiertos

Respeto por la biodiversidad al proteger los espacios abiertos, lo cual regenera ecosistemas.

6. No se usan materiales tóxicos

Reducción en el uso de materiales tóxicos, lo que se traduce inmediatamente en una mejora de la salud de los habitantes.

En Perú queda mucho por hacer aún en este tema, pero se está avanzando. Hoy el país cuenta con 31 edificios verdes con certificación internacional y eso hay que aplaudirlo. Sin duda nos encontramos ante una situación límite en donde ya no quedan muchas opciones para revertir el daño que hemos causado al planeta. Por esta razón, gracias a estas tecnologías podemos coordinar esfuerzos tanto los ciudadanos como los sectores productivos para poder hacer frente a este grave problema.

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