¿Es tu casero ideal? 7 preguntas para salir de dudas

Cuando te plantes delante del arrendador que puede convertirse en tu próximo casero, te recomendamos que le formules las siguientes siete preguntas.

Son cuestiones fundamentales que conseguirán que, al menos, se disipen las dudas que puedas mantener sobre su persona. Estas son:

  • ¿Subirá el alquiler con el paso del tiempo?
  • ¿Quién paga las averías?
  • ¿Debo dar de alta los suministros?
  • ¿Qué incluye el precio del alquiler?
  • ¿El perro puede venir conmigo?
  • ¿Qué sucede con los muebles que hay dentro del inmueble?
  • ¿Es ruidosa y segura esta calle?

Ahora toca analizarlas una a una.

Checklist para vender tu propiedad
Fuente: Pixabay

¿Subirá el precio del alquiler con el paso del tiempo?

En uno de los próximos capítulos de este ebook abordaremos el tema de las cláusulas abusivas en los contratos de alquiler. En dicho apartado te aseguraremos que el casero no puede aumentar el precio del alquiler de la noche a la mañana. 

Cuando le preguntes al respecto, la respuesta más sincera que podrá darte es que al cabo de un año se someterá la subida a revisión. En este caso sí que estará actuando de acuerdo a la legalidad vigente.

¿Quién paga las averías?

Es necesario que antes de firmar el contrato de arrendamiento pactes con el casero acerca de quién paga cada uno de los gastos que se ocasionen en el hogar. De esta manera, el día que veas que una cañería está atascada o que una lavadora inunda tu casa, sabrás cómo tienes que proceder.

¿Debo dar de alta los suministros?

Los suministros pueden darse de alta tanto por el arrendador como por el arrendatario. Sin embargo, lo que no da lugar a duda es que el coste de darlos de alta tiene que recaer siempre en el casero.

No obstante, teoría y práctica no siempre coinciden. Por ello te recomendamos que preguntes y pongas luz sobre la incertidumbre. Siempre es mejor cerciorarse antes de firmar ningún contrato.

Eso sí, lo más recomendable antes de firmar es que se revisen todas las instalaciones. Te librará de más de un susto.

¿Qué incluye el precio del alquiler?

Es demasiado común que preguntes por el precio del alquiler, te comuniquen una cifra que está por debajo de tus expectativas y sientas la ilusión de hacer frente a una cantidad de dinero que es razonable y asequible para tu bolsillo. ¡Estás delante de un chollo!

Sin embargo, luego llegan siempre muchas sorpresas y, lo peor, una vez que ya has firmado el contrato de alquiler y has vendido tu alma a dicho inmueble. Porque una cosa que tienes que tener clara es si la cifra que te han comunicado incluye el IBI, los gastos de la comunidad y la tasa de basuras.

Lo normal es que entonces llames al propietario y le preguntes acerca de si dentro de la maravillosa cantidad que te ha citado se incluyen estos pagos y te responda que no, que haber preguntado antes.

¿El perro puede venir conmigo?

Este es uno de los temas que tiene que quedar más cristalino. Es más, si tienes un perro que forma parte de tu familia, es imprescindible que formules esta pregunta antes de llegar a cualquier tipo de acuerdo.

Hay dueños que permiten la convivencia de animales en su propiedad y otros que no quieren verlos ni en pintura. Esto último tiene que quedar reflejado en una cláusula del contrato y, se entiende, que, en caso de no señalar nada, el silencio es positivo. De todas formas, te recomendamos que preguntes por si acaso, que no está de más verbalizarlo todo.

¿Qué sucede con los muebles que hay dentro del inmueble?

Tal vez tengas que quedarte con el mobiliario que ya está en el piso donde entres a vivir. El propietario no quiere quitarlo; prefiere que tú lo utilices durante tu estancia de alquiler. 

De ser esta la situación, el dueño tendría que facilitarte un inventario donde figuren todos los muebles de la casa. Este documento vale su peso en oro; le sirve al propietario para verificar que todo está según lo dejó desde el momento que cruzaste la puerta. 

¿Es ruidosa la calle?

Es muy importante que preguntes porque una serie de visitas esporádicas no será suficiente para sacar una conclusión acertada. Piensa que solo pasarás allí unos minutos u horas, pero que en cuanto entres a vivir tu estancia será, como mínimo, de seis meses.

Es fundamental que cuando formules esta pregunta dejes patente tu preocupación en torno a esta cuestión. De esta manera, conseguirás que la respuesta sea honesta. Y es que te advertimos de que hay lugares donde a ciertas horas del día el bullicio puede ser inaguantable.

Esta no es la banda sonora que esperas para tu nuevo hogar.

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